Reconoce sus características y cualidades personales, así como de otras personas.
Resumen
Podemos apreciar que en la actualidad, no se concibe un proceso educativo centrado únicamente en la adquisición de conocimientos; es creciente el interés en todos los niveles de enseñanza por contribuir a la formación de ciudadanos con valores, que les permitan, no solamente convivir en el mundo actual, si no comprometerse con su transformación, a partir de su crecimiento como seres humanos.
Tomando en consideración la premisa, hemos considerado la gran importancia que tiene la capacidad a desarrollarse en la presente actividad e aprendizaje, ya el tema en sí, conduce a que los alumnos reconozcan sus características y cualidades les va a ayudar a construir un buen autoconcepto y lograr un adecuado desarrollo emocional, de esta manera cada uno se sabe así único y valioso. Con la práctica de los valores de tolerancia, apertura y respeto, diferencien las características físicas en él o ella y en los demás; aquellas características que son observables, de las cualidades, que no se ven pero se manifiestan a través de algunas conductas.
El tema de la educación de valores a través de las instituciones educativas es prioritario internacionalmente, pues se reconoce que el principal propósito de la educación es la formación ética del ciudadano.
Los valores son concebidos como formaciones complejas en las cuales participan procesos psicológicos que se integran estructural y funcionalmente sobre la base de un núcleo central, a partir del cual ocurre todo el desarrollo del sistema y que varía en función de la situación social, característica en cada etapa del mismo. Dicho de otra forma, el valor es la cualidad que hace a una persona digna de aprecio.
El proceso de formación de valores, como parte del desarrollo de la personalidad, regula el comportamiento del hombre en su relación con los demás miembros de su grupo social, partiendo desde el hogar.
Desde el enfoque histórico-cultural, la enseñanza se concibe como la unidad de los procesos instructivos y educativos, cuyo objetivo principal es el desarrollo de la personalidad del alumno, de su autodeterminación a partir de su papel protagónico en el proceso educativo. Ese enfoque brinda la clave de cómo organizar el proceso de educación de valores de manera óptima.
Es necesario entender la relación entre enseñanza y desarrollo para poder organizar el proceso de educación. El enunciado fundamental: "el hombre sólo aprende con ayuda de los otros" define el concepto de zona de desarrollo próximo. Por ello se entiende que existe un desarrollo "potencial" que se manifiesta por las posibilidades que tiene el individuo de alcanzar un nivel superior con ayuda de otros de más experiencia. Por lo tanto, la clave para el estudio de los valores y para la instrumentación en la educación, parte de las potencialidades de todo ser humano.
La importancia pedagógica de los valores, reside en su triple posibilidad de descubrirse, realizarse e incorporarse por el ser humano, a través de la educación. Esos tres aspectos constituyen los pilares básicos de la tarea educativa.